sábado, 4 de octubre de 2008

El Trifón


Participantes: Miguel, José Manuel y David
Climatología: soleado y fresco

El Trifón es una cavidad descubierta hace relativamente poco, tras una desobstrucción que duró años, por parte del grupo Niphargus de Burgos.

La entrada impone: por su reducido tamaño, y por lo que sabes que te espera después.

Nos enfundamos los neoprenos y pa' dentro. Un túnel estrecho fruto de la ajustada desobstrucción, plagado de mosquitos, un pequeño resalte y ¡al agua!
Un paso estrecho inundado, de medio metro de anchura a la altura de la superficie del agua y más de 30 metros de recorrido en la mayor parte del cual no haces pie, aunque se pasa cómodamente propulsándote con las paredes.
Finalmente llegamos a una sala inclinada y de techo bajo por el que nos escurrimos progresando hacia arriba hasta llegar a un fondo de saco: se puede continuar por una gatera ascendente o lanzándose de nuevo al agua por un estrecho canal. Optamos por la gatera, llegando a una sala con formaciones y descendiendo posteriormente hasta un sifón, que exploramos hasta comprobar que comunicaba con el canal anterior, de modo que usaríamos esa alternativa para el regreso, excepto Jose, que no logró caber por la estrechez final.

Desde este sifón continuamos en dirección oeste hasta llegar a una zona donde se levanta un precioso resalte como una montaña de botoncitos, junto al cual destaca en lo alto de la pared izquierda una formación en forma de "muela".

Trepamos y destrepamos unos metros más adelante, para introducirnos por un corto tubo y desembocar en un desfiladero estrecho y de gran altura, por el fondo del cual discurre el río con muy poca profundidad.

Las galerías principales del río siguen una dirección Oeste, Noroeste, Suroeste, sin giros demasiado bruscos, corriendo el agua siempre hacia el Este.
Este tramo se hace eterno, sin divisar el final y a veces ni el alto techo, hasta que llegamos al lago (sifón principal), en el que tenemos que nadar de nuevo.

Pasado el lago un laminador lleno de barro en el que nos rebozamos hasta llegar a una sala figurativamente redonda en planta, "la placita", sobre la que se abren terrazas a más altura y de la que parten varias vías ascendentes.

Aquí nos separamos para explorar cada uno por un lado. La vía principal es trepar por la embarrada roca hacia el Oeste y posteriormente continuar ascendiendo por una gran rampa, ayudándonos de los bloques y formaciones que crecen en ella para progresar.
Desde lo alto, nuevamente, varios caminos:
-En dirección Este sale un amplio corredor con pequeños gours, "bolitas", coladas y tubitos "macarrónicos", que alcanza gran altura más adelante... hacia arriba y hacia abajo. Seguir avanzando a este nivel por las repisas que vierten al abismo es arriesgado-imposible sin el traje de Spiderman (hoy veníamos con el de Star Trek); hacia abajo se puede destrepar un poco hasta divisar el río que suena. Suponemos que nos encontramos justo encima de la galería que recorrimos antes de alcanzar el lago.
-En dirección Oeste por arriba se abre un pasillo abierto al abismo en el que crecen macarrones y como cristalizaciones blanquecinas (disculpen mis torpes descripciones, pero el que escribe no tiene suficientes nociones de geología).
-En la misma dirección, a un nivel inferior, tomamos el camino que nos llevará hasta la "sala del campamento", donde como se puede deducir, hay montado un campamento, y en la que se hallan unas curiosas estalactitas de gran tamaño.

Aquí empieza la parte grande, caótica y seca de la cueva. Un gran corredor con varios quiebros, caos de bloques, subidas y bajadas, comunicaciones con cauces paralelos... hasta llegar a un fondo ciego donde parece haber habido un derrumbe.

Poco antes se abría un ramal hacia atrás que comunicaba con nuevo cauces; el de la izquierda no lo seguimos por falta de tiempo, el de la derecha resultó ser precioso: serpenteaba hasta llegar a un túnel cuyo suelo estaba formado por fina arena blanca, como de playa, y más adelante un sifón sonoro al remover el agua, más allá del cual no se pudo proseguir.
En cualquier caso, el sifón me sirvió de refresco (los demás no se metieron). Y es que tanto tiempo con el neopreno acalora.

El regreso hasta la salida nos llevó dos horas y media aproximadamente. Dentro de la cueva estuvimos 6 horas.
Salimos sucios y con muuuucha sed (paradójicamente).









En la salida del primer sifón, soltando lastre de agua.
Montañita junto a "la muela"
"Lago blanco lago negro..."
Trepando desde la sala de "la placita" por la embarrada pared.
Pasillo superior

Rojos, ocres y azules... y una figura humanoide...
Paredes "de coral"

Junto a la sala del campamento.
De la tribu de los Carasucias.
Topografía-croquis del recorrido.

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