jueves, 14 de julio de 2022

Cueva de la Verde junio 2022

 

CUEVA DE LA VERDE

Participantes:

            José Manuel, José Luís, Yolanda y Miguel 




Acaba de empezar el verano del 2022 y hoy, sábado 25 de junio, cuatro de los miembros del grupo, decidimos hacer la Cueva de la Verde, cuya boca ya habíamos localizado hace un par de años.

La Cueva de la Verde es una cavidad muy interesante, que se encuentra en Cantabria, en el término de Riotuerto, muy cerca de La Cavada, y más cerca todavía del Barrio de Arriba. A menos de doscientos metros de la Ganadería La Mies.

No es muy grande. No llega a los dos kilómetros de recorrido, pero, desde luego, vale la pena hacerle una visita.

Dejamos el coche junto a un pequeño puente que salva el arroyo de La Riega, que surge junto a un viejo molino abandonado, que se surtía de esta agua para su funcionamiento en el pasado. La Cueva de la Verde está a unos treinta metros por encima de este molino y esa surgencia  nace precisamente de la cueva.

Donde dejamos el coche, nos preparamos con el equipo. Hay hasta un banco, que nos facilita cambiarnos.

Contentos y limpitos antes de entrar

 Los Espeleo-Romeros preparados

Lo bueno es que no hay que llevar ningún aparato de progresión vertical. Ni siquiera hace falta un arnés. Por tanto, sólo la ropa y calzado adecuado, el casco y la iluminación y, muy aconsejable, coderas y rodilleras, si no queremos sufrir innecesariamente.

La marcha de aproximación es corta, de entre diez y quince minutos, depende si localizamos bien el sendero que nos lleva a la boca de cueva. Llegar a la boca no es difícil, pero hay que superar una pendiente muy acusada, con tierra y hojas sueltas, que suele resbalar bastante.

Llegamos a la boca de la cueva, que no es grande, pero suficiente para entrar sin problemas. Vamos destrepando y, a los pocos metros, en una pequeña salita, se encuentra el conocido como “Paso del Estrujón”, que es inevitable pasar para poder proseguir.

El día que entramos, llovía un poco y, en el Paso del Estrujón, había agua. Poca, pero suficiente para mojarnos, porque se pasa reptando y culebreando, así que la sacamos con un cuenco y una esponja, que alguien dejó, en su día, en la entrada del paso. Nos vino muy bien.

Lo cierto es que es un paso bastante estrecho, pero relativamente cómodo; ya que se pasa tumbado en el suelo. Es verdad que, a mí, que era el más ancho de los cuatro que íbamos, me costó un poco pasarlo, incluso tuve que quitarme el casco para ello, pero no me pareció tan difícil como habíamos leído en las descripciones  que habían hecho otros que lo habían pasado con anterioridad. No era tan fiero el león como lo pintaban.

Estalactitas que desafían la gravedad

José Manuel destrepando una estrechez cerca de la entrada

Una vez pasado El Estrujón, nos encontramos una cuerda que sube a un nivel superior. Ese no es el camino, hay que seguir por la zona más evidente, que es una sucesión de galerías fósiles de techo bajo.



José Manuel pasando un paso estrecho entre formaciones


Iremos, principalmente, gateando y reptando durante un rato.


Saliendo de las zonas estrechas

Al llegar a la “Sala del Menú”, la cosa cambia. La cueva se vuelve más grande. Y más bonita, porque aunque nos encontramos formaciones desde que entramos, a partir de aquí, la cosa mejora bastante.


Bonita Formación en medio de la galería

Después de la “Sala del Menú” hay otra zona un poco incómoda, pero no dura mucho; ya que al llegar a la siguiente sala grande, la “Sala de la Lámpara”, otra vez coge buenas dimensiones la cueva.

Seguimos avanzando por la galería y encontramos un pasamanos a la izquierda. Lo cierto es que es un quitamiedos, porque esa zona puede pasarse sin la cuerda, pero hay un pequeño desfonde en el que nos podríamos hacer bastante daño si caemos.

Yolanda pasando por el pasamanos o quitamiedos que encontramos en fijo

 

Continuamos, sin pérdida, buscando la “Sala de las Pisolitas” y llegamos a una zona con mucha arena, muy parecida a la de la playa.

El caso es que, en esta zona, hay dos pasos sifonantes, que estaban secos cuando los pasamos. Eso sí, en el segundo, yo no cabía por el paso, aunque como el suelo es de arena, cavé unos centímetros la arena suelta y pude pasar.


Paso sifonante seco

Una vez pasados los pasos sifonantes, nos encontramos la “Sala de las Pisolitas”, que se llama así por encontrar allí algunas pequeñas perlas de las cavernas. 

Y después, el “Gran Salón”. Desde esta última sala, hay un meandro que hay que seguir. Pasamos ahora el “Paso del Pocholate”, que es fácil, pero te mojas un poco y te llenas de barro.

Una de las bonitas Marmitas de la Cueva



Otra bonita Marmita cerrada por una bonita colada

Galería de las Marmitas

Después, está la “Galería de los Gours”, otra que hace honor a su nombre, aunque en esta cueva hay gours por muchos sitios. Aquí nos encontramos también el “Jacuzzi de Manulete”, que estaba prácticamente seco.

Poco después está el final de la cueva conocida, aunque, al parecer, sigue en exploración en algunas zonas, con lo que en el futuro podría aumentar su desarrollo.

Sólo faltaba volver por donde habíamos venido.

En definitiva, una cueva muy recomendable, donde se pueden echar unas cuantas horas de espeleo, con la comodidad de no llevar aparatos; ya que no hacen falta. Eso sí, se echa en falta algún pingo de cuerda en algún sitio complicado de superar, que facilitaría la progresión.


Video resumen en el siguiente enlace: 

https://youtu.be/SL81wso3uag

 

 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Sima Diana 2022





             Sima Diana 5 Marzo 2022


Han pasado casi 2 años y medio desde nuestra última aventurilla subterránea, queríamos retomar de nuevo estas actividades deportivas en las cuevas que tanto nos gustan, pero que sin duda con la situación de pandemia que hemos pasado y la edad que tenemos todos en el grupo, se nos hace difícil volver a empezar.

Decidimos ir a visitar la Sima Diana en la Serrezuela de Valsalobre para empezar a abrir boca y ya que íbamos a esa zona intentar encontrar la boca de la sima C2. por si decidimos algún día ir a visitarla.

En esta ocasión nos juntamos David, Yolanda, José Manuel y Miguel, el que suscribe.

Nos fuimos los 4 en la furgo de David dirección  Villanueva de Alcorón, haciendo una parada estratégica en Sacedón para desayunar algo y desde allí sin más dilación nos fuimos a la Serrezuela de Valsalobre.

Cuando llegamos a la zona quisimos previamente ir a buscar la boca de la sima C2 que se encuentra antes de llegar a la sima Diana y en la zona opuesta desde la carretera que viene de Villanueva de Alcorón.

Siguiendo las indicaciones de la descripción que tienen colgada en su pag. Web. nuestros amigos del grupo Viana, fuimos por la pista poco marcada, que sale del lado izquierdo de la carretera y tras desviarnos a la izquierda por otra pista transversal, continuamos por ella  quinientos metros más o menos hasta llegar a un hito también a la izquierda de  la pista, donde dejamos el coche, desde aquí, cogiendo el GPS de José Manuel, fuimos a buscar la boca, pero la suerte no nos acompañó en esta ocasión, el GPS no funcionó, no consiguió José que se encendiera, por lo que fuimos a ciegas por el bosque a ver si teníamos  suerte, que tampoco tuvimos ya que, después de patear un buen rato,  no la encontramos.

Decidimos no perder más tiempo y dirigirnos a la sima Diana, que era en definitiva, la actividad a la que veníamos.

Después del mal tiempo de los días anteriores, el día que tuvimos era bastante bueno con un sol estupendo aunque bien es cierto que la temperatura era de frio.

Dejamos la furgo cerca de la boca  de la Sima, donde nos pusimos los monos y aparatos correspondientes y pa dentro.

Preparados para entrar


Me puse en cabeza, abriendo brecha, como suele ser habitual y fui montando el cordino de 52 metros que llevaba, el primer pozo de 4 m de la entrada, en los químicos que había instalados y que estaban en perfecto estado de conservación, como el resto de la instalación, como pude comprobar posteriormente.

Los primeros pasos que vamos dando en la sima son ciertamente lentos y algo torpes, se nota bastante el gran tiempo de inactividad, aunque esta sima hay que reconocer que es de nivel bastante sencillo y con los químicos que hay en su instalación nos facilita mucho el acceso.

Después del pozo de entrada de 4M le sigue una rampa con barro donde a unos 10 metros más a bajo en la pared izquierda si miramos hacia abajo, hay dos anclajes de los cuales utilizo solo uno y prosigo hasta la cabecera del pozo de 14 M desviándome hacia la pared derecha, donde encuentro otro anclaje químico, en esta ocasión está colocado en la zona donde abre algo más la grieta de cabecera del P14, según la topo había una cabecera en Y pero yo no vi más que un solo químico, o no estaba, o bien es que veo menos que un gato de escayola, jejeje.

Instalo en ese químico la cuerda y para abajo. Es un pozo sencillo, en su base se encuentran unos grandes bloques por los que hay que descender y unos 3 metros más abajo encuentro 3 anclajes como cabecera del pozo de 29, que ahora es de 29 metros en vez de 26 por estar hecha la instalación a 3 metros de altura con respecto a su antigua instalación.

Para este pozo llevo una cuerda de 60 metros que tengo que fraccionar en otros tres anclajes químicos antes de llegar hasta el fondo de este bonito pozo.


Cabecera del P29




Mis amigos de aventura no estaban muy cómodos en el descenso hasta este pozo y decidieron no bajar en esta ocasión, por lo tanto después de poner pie en el fondo, di una vueltecita por la sala y eché un vistacito por la gatera que lleva al último pozo de la cavidad, también me acerqué para ver desde su base el bonito pozo paralelo y ¡¡¡ pa rriba ¡¡¡.

Después de subir el pozo de 29 y mientras recojo cuerda van subiendo mis compañeros y salimos en un plis.


Saliendo de P4 de la entrada a la Sima



Nos cambiamos de ropa recogemos todo y como era pronto comemos al lado de la furgo unas viandas ricas con unas frías cervecitas que nos supieron a gloria y nos volvimos para Madrid.

Como resumen, somos conscientes de que tenemos que coger un poco el ritmo para poder seguir realizando estas aventurillas subterráneas que después de tanto tiempo y sumándole la edad que ya tenemos cuesta  cada vez más.

Lo más importante es no desesperar disfrutar de este deporte y hacer lo que se pueda mientras puedas

                                     ¡¡¡¡¡  Uh   Jaa  ¡¡¡¡


 Video editado de David

https://www.youtube.com/watch?v=GzImswQ77jo




 

 


domingo, 25 de octubre de 2020

Buscando Cueva de la Verde Cantabria Julio 2020

 Llevábamos ya algún tiempo con la idea de ir a visitar la Cueva de la Verde en la población de la Cavada (Cantabria), pero es una de esas cuevas que la sueles dejar para otra ocasión. La verdad es que no encuentras el momento para ir a visitarla. En esta ocasión estando unos días en Ogarrio con José Manuel y Yoyo de vacaciones, decidimos ir a buscarla aunque no fuéramos en esta ocasión a visitarla ya que queríamos compartir el momento todos juntos, con nuestros amigos del grupo, (Los Brincapozos).

Cogimos carretera y manta y nos fuimos Joselillo y yo con su estupendo Rexton a buscarla, con su GPS y los datos de los que disponíamos nos dirigimos al pueblo de la Cavada. 

Al llegar al pueblo nos desviamos por una carretera a la izquierda que lleva hasta unas granjas, y antes de llegar a ellas encontramos un pequeño puente por donde pasa un arroyuelo, donde dejamos el coche.

Siguiendo las indicaciones del GPS, donde Joselillo había marcado las coordenadas, nos dejamos llevar en la dirección que nos marcaba, pasando por algún prado llegamos a la surgencia de lo que fue en su día, el Molino llamado de La Riega, una surgencia de cuya  cueva mana el agua que en su día era aprovechada por este Molino.

Continuamos por una senda ascendente, que nos va marcando el GPS y que después de una rampa bastante empinada, nos lleva hasta la boca de la Cueva de la Verde.

Objetivo cumplido, contentos por encontrar lo que buscábamos, nos volvimos por el mismo camino hacia el coche, con las ganas de hacerla una visita, en cuanto tengamos la oportunidad.


Video resumen del paseo:

https://youtu.be/0OHzXThN8mI



sábado, 17 de octubre de 2020

Subida al Puerto los Machucos desde Bustablado (Cantabria)

                                    Subida al Puerto los Machucos

Estábamos en el mes de julio y no habíamos vendido ninguna escoba, o lo que es lo mismo, no habíamos disfrutado de ninguna aventurilla subterránea en todo el año, la Pandemia que nos ha tocado vivir, no nos ha dejado mucho margen para poder cuadrar alguna actividad que nos permitiera disfrutar de nuestro querido Hobby, la espeleología.

Aprovechando que estaban nuestros amigos José Manuel y Yoyo de vacaciones en su casa de Ogarrio y  que pudimos hacerles una visita, le propuse, aunque no fuera una actividad subterranea hacer la subida al puerto de los Machucos y de paso hacer alguna prospección para localizar la Torca de las Yeguas.

El tiempo no nos acompañó demasiado, ya que tuvimos un día nublado, pero, la verdad es que la sensación de estar en un entorno natural, tan bonito y para los que nos gusta la espeleología tan espectacular por las zonas tan extensas de caliza que encontramos en la subida al puerto, hemos decidido compartir en nuestro blog, colgando este video resumen,  lo que fue nuestra subida a los Machucos desde el pueblo de Bustablado como recuerdo de este día, para nosotros estupendo.

Se trata de un puerto que ha sido noticia por ser una de las etapas de la vuelta ciclista a españa de las más duras, ya que la subida desde el pueblo de Bustablado tiene unas rampas que superan el 25%, tiene un  recorrido de 6,8Km con un desnivel del 9,2% unas rampas de subida realmente empinadas que llegan hasta una altitud de 880 metros de altura teniendo en cuenta que estamos en un lugar donde se divisa la Bahía de Santander con el Mar de fondo, lo que hace que tenga mayor atractivo. En lo alto del puerto podemos ver un monumento a la Vaca Pasiega, como emblema de lo que identifica a una parte de lo que es Cantabria.

Video resumen de la subida al Puerto de los Machucos:


jueves, 31 de octubre de 2019

Sistema de los cuatro Valles, Cueva de la Hoyuca


             Sistema de las Cuatro Valles, Cueva de la Hoyuca
                          Entrada  del Panda Gigante

                                    Octubre 2019





 Participantes:

José Luís y Miguel


Hacía ya algún tiempo que no salíamos de aventurillas subterráneas, por lo cual decidimos hacer alguna cueva que motivara de nuevo ese gusanillo que llevamos dentro los que nos gustan las cuevas.
En esta ocasión solo pudimos coincidir José Luís y Yo en la fecha que habíamos fijado.

Después de tirar un poco de bibliografía espeleológica e informaciones varias de internet, decidimos ir a visitar dentro del Sistema de los Cuatro Valles, del que solo conocíamos la Cueva Llueva, la Cueva de la Hoyuca, nos motivaba intentar visitar la famosa Bóbeda Astral o como han llamado los ingleses “El Astrodome”.

Para los que no la conocen, se trata de una maravilla de la naturaleza, un pozo cinlíndrico de unos 15 metros de diámetro y unos 90 metros de altura, del que cae en medio de un gran Gours que hay en su base un buen chorro de agua.

Sin duda alguna un verdadero espectáculo de la espeleología, que los espeleólogos ingleses escalaron con la técnica de pértigas, en la búsqueda de galerías de continuación o comunicación con el exterior, que finalmente no dio sus frutos y en el que desgraciadamente se produjo allá por los años 90 un accidente mortal de un espeleologo Ingles en esas exploraciones por el despiste de bajar por una cuerda que colgaba y no tenía nudo ni era la cuerda guía.

Como desde la entrada de la Cueva de la Hoyuca hay un recorrido bastante largo, decidimos acceder por la entrada artificial del Panda Gigante, que cortocircuita la galería de la cueva y nos deja más cerca de nuestro objetibo, visitar “ El  Astrodome”.

José Luís se encargó de estrenar su GPS y metió un track de acceso a la entrada del Panda Gigante desde lo alto de la carretera que viene del puerto Fuente de Varas hacia el pueblo de Riaño. El recorrido se hace por una pista descendente de unos 900 metros de distancia, con un desnivel de unos 200 metros, la pista se une a una carretera y en unos prados descendentes a la derecha y cruzando una valla de alambres nos lleva hasta una zona hundida con mucha vegetación en la que casi escondida aparecen los pilotes y achiperres que forman la boca artificial del Panda Gigante.

Bajando por la pista hacia la boca de entrada


Boca artificial del Panda Gigante
José Luís limpito antes de entrar


Por la gran vegetación que había alrededor, se notaba que hacía tiempo que no entraba nadie por allí.

Sin más dilación destrepamos por la boca hasta un tubo inclinado que hay colocado con una cuerda de seguro instalada en fijo por dentro de este tubo para asegurar el paso de bajada y de subida.
Nos deposita en la cabecera algo estrecha de un pozo de unos 25 metros de profundidad en el que no encontramos cuerda montada en fijo, solo estaban las chapas.

Como me olvidé en casa el Croll, le digo a mi compañero José Luís que monte el pozo para comprobar que llegan los treinta y un metros de cuerda que llevábamos, ya que de no llegar, tendríamos que abortar la visita.

Después de bajar hasta el fondo del pozo y comprobar que llegaba bien el cordino, y además no había que fraccionar, solo instaló un desviador que había a unos 3 metros de la cabecera, bajo detrás. En la base de este pozo se continua descendiendo y encontramos otro pozo de unos 5 metros donde hay montada una cuerda fija.

En la base de este pozo decidimos quitarnos los aparatos y dejarlos allí y llevarnos solo una saca con las baterías de repuesto y la comida, para ir más cómodos por las galerías de la Cueva.
La continuación es un meandro estrecho que desfonda en una grieta estrecha donde hay una cuerda con nudos de unos 5 metros que nos facilita el destrepe, seguimos por el meandro hasta llegar a su parte final, una estrecha grieta horizontal que termina en una curva muy cerrada que desfonda en el techo de la Galería del Gorila.

La mejor forma de pasar este paso es con los pies por delante colocando el cuerpo inclinado y pasando la cadera por la parte más ancha para no quedarnos empotrados.
Superamos el paso con algún enganche de mi compañero José Luís que solventó perfectamente y llegamos al río de la cueva de la Hoyuca.

La galería del Gorila es el curso del río que nos obliga a ir agachados en un buen tramo y que hemos cogido dirección nordeste para dirigirnos hacia el Astrodome.
Continuamos por la galería del río hasta llegar a la zona freática en la que nos despistamos por una galería de guijarros a la derecha que no nos da muy buena espina ya que se va estrechando y después de comprobar la topo nos damos cuenta que no es por allí, por lo que buscando encontramos la continuación subiendo a la parte alta de la galería y atravesando por un laminador en la misma dirección que traíamos.

Ahora si seguimos en buena dirección por una galería grande donde a mano izquierda hay un aporte de agua por una galería no muy grande que según la topo es la continuación hacia la cueva de Riaño.

Nosotros seguimos por la gran galería donde subimos por el lado izquierdo para pasar una obstrucción de piedras grandes dejando al río por la derecha de la galería que va apareciendo y desapareciendo en algunos tramos.

Alguna columna encontramos por la galería


Bonita bandera colgando del techo


La galería se va haciendo más grande y cómoda con bancos de arena en el suelo y algunos grandes bloques curiosos colgados del techo como el gran Buque que encontramos a la derecha, pasamos por unos bonitos Gours de color rosado a nuestra izquierda formados por el río y seguimos por el curso activo de la galería.


Bonitos Gours


Este tramo es bastante cómodo hasta que el río se encajona de frente, hemos llegado al Cruce Obvio, una zona con arena a la derecha es la continuación.

La galería se encaja y estrecha en su primer tramo hasta que llegamos a los laminadores, son cuatro laminadores de arena y piedras separados por cortos tramos de la galería que te van dando un poco de tregua.

Esta galería es la comunicación con la galería del 3º río que sale de nuestra derecha y cambia la estructura de la galería, se va haciendo más grande, primeramente vamos por el río, después se va perdiendo y llegamos a la zona de la galería de la Diversión, en la que se sube y se baja entre bloques con suelo de arena. 

Se sigue por la zona evidente siguiendo los hitos que vamos encontrando, dejamos de frente una galería que no debemos seguir y continuamos por la izquierda por la galería de techo bajo que continua posteriormente haciendo una curva pronunciada a la izquierda y un poco después otra hacia la derecha, señal de que vamos por el buen camino.

La galería se colapsa con un derrumbe que nos obliga a seguir por el curso del río a la derecha que consigue atravesarlo. Continuando en la misma dirección la galería va cogiendo dimensiones y tras un giro hacia la izquierda encontramos una galería un poco ascendente y no muy grande con suelo de arena arcillosa que reduce un poco su tamaño y nos abre paso a la ansiada Bóbeda Astral.

Intentamos hacer alguna foto y filmar un poco de vídeo pero nuestras luces son casi insignificantes ante la gran oscuridad y altura del pozo, del que cae en el Gran Gours de su base un buen chorro de agua y del que cuelga por uno de sus lados una cuerda.

Es el momento de gran disfrute, oyendo el eco de la gran bóveda y el ruido del agua que cae en el centro del pozo, un momento por el que vale la pena pasar algunas penurias, por ser protagonistas de semejante espectáculo, del que nos volvemos contentos y satisfechos por cumplir nuestro objetivo.

Regresamos hacia la salida, teniendo la ventaja de conocer algo mejor el camino de vuelta, aunque volvemos a despistarnos en la misma galería del principio en la zona Freatica, de la que volvemos a salir y coger correctamente la Galería del Gorila en la que hay que estar atentos de no pasarse la unión con la salida del Panda Gigante.

Subimos la trepada y pasamos la grieta estrecha sin problemas y vamos ascendiendo por el meandro hasta las cuerdas verticales del pozo de entrada.

Cuando salimos estaba muy nublado pero todavía quedaba algo de luz, estaba lloviendo bastante, subimos por la pista ascendente que nos llevaba al coche pero en ese momento llena de agua y barro y cayendo agua a destajo.

Nos quitamos los equipos totalmente empapados y nos fuimos en el coche para el apartamento en Arredondo, donde estábamos alojados. Una birra muy fresquita y una ducha calentita nos vino estupendamente.

Nuestro final feliz del día, una cena en Casa Tomas en Ogarrio y posteriormente unos Whenyhais  de sobremesa en el apartamento, hizo el día muy completo.

Como resumen, una actividad muy recomendable la visita al Astrodome, teniendo en cuenta la boca del Panda Gigante, que da cierto canguelo solo pensando en que se desprenda algún bloque y te quedes allí pillado. Y con respecto a los estrechos hay que reconocer que son incómodos pero con la técnica adecuada se pueden pasar más o menos bien depende del tamaño y la agilidad del espeleólogo.



El video resumen en el siguiente enlace:

 https://youtu.be/dcvyDIFDOdc










jueves, 20 de junio de 2019

CUEVA DE LA CARRERA





Revisitamos la Cueva de la Carrera, en Arredondo, donde nuestro grupo ya hizo una primera incursión en  noviembre de 2017, pero quedaron cosas por ver.

A mi, me quedaba por ver todo, ya que la primera vez no entré por estar indispuesto en aquel momento.

Se trata de una cavidad relativamente desconocida, ya que ha sido descubierta hace pocos años por espeleólogos franceses y sigue en exploración, pero lo que hemos visto hasta ahora a nosotros nos merece realmente la pena.

Para llegar a ella, hay que situarse en Arredondo y tomar la carretera que lleva a Socueva. A poco más de un kilómetro, hay, a la derecha de la carretera, una pequeña edificación y, unos cincuenta metros más adelante, a la izquierda de la carretera, hay un sitio donde se pueden dejar los coches sin problema.

Preparando los equipos


Una vez preparados y equipados, volvemos hacia la casa citada y buscamos un sendero que se encarama por la roca.


Desde donde aparcamos, se aprecia la edificación donde comienza el sendero

Ese sendero nos llevará a la boca de la cueva. El sendero no está muy marcado y a veces se pierde, aunque hay unas marcas azules, en algunas rocas, que nos ayudan a llegar a la boca. Se tarda sobre una hora en llegar a paso de abuelillo. Con sólo llegar a la entrada de la cueva, ya has hecho deporte para una semana. Hay que llevar mucho cuidado en algunas zonas del camino; ya que resbalan mucho, y también ir mirando bien la senda para no perderla ya que nos retrasaría la llegada a la cueva.

La boca está marcada con el número 1850 y por ella sale una corriente fuerte de aire frío, lo que predice que se trata de una gran cavidad, que seguramente será parte de un sistema importante, aunque nosotros, a día de hoy, sólo conocemos esta entrada.

La boca de entrada, donde se aprecia el gran trabajo realizado


Desde la entrada, se aprecia una perspectiva completa de Arredondo y sus alrededores, que hace que sólo subir hasta allí valga la pena.

Panorama desde la boca


La entrada es una gatera de unos cuatro metros de largo que no presenta ningún problema, donde se aprecia el gran trabajo de desobstrucción que tuvieron que hacer los que entraron por primera vez.

Parece que salgo, pero todavía no he entrado


Después de la gatera, hay un tramo de laminador que nos obliga a avanzar reptando, de rodillas o en cuclillas, según el momento. Aquí ya empieza a estar balizado el camino, cosa que ocurre en parte de la cueva. Se trata de preservarla lo mejor posible.

Después de un rato de arrastrarnos, logramos ponernos de pie y seguir por una galería bastante cómoda, también balizada, que llega un momento que se bifurca. Tomamos el camino de la izquierda, que nos va a llevar por una cornisa, a la izquierda, que suele tener bastante barro y en la que hay que tener mucho cuidado, ya que no existe pasamanos y si resbalamos, podemos tener un accidente importante.

Al acabar la cornisa, hay una bajada en rampa con mucho barro y muy resbaladiza, que lleva a un primer pozo de unos veinte metros.

En la zona oscura del centro, se encuentra el P20


Este pozo no presenta muchas dificultades ya que está instalado con placas fijas. En su primera parte se va tocando pared y, después de un fraccionamiento, se bajan los últimos ocho metros en volado. El fraccionamiento no es demasiado cómodo, pero con la ayuda del puño, se sale de él sin demasiado esfuerzo.

 Se sigue por la parte más evidente, siguiendo los hitos colocados, que nos sirven de guía. Esta parte, como otras muchas de esta cueva, se caracteriza por tener grandes caos de bloques, que hacen que sea una cueva bastante deportiva.

Llega un momento que la galería se cierra y encontramos, a la izquierda, una cuerda montada en fijo, que supera una rampa muy empinada de unos doce metros de altura. Aquí hay que tener cuidado y no ponerse justo debajo, ya que suelen caer piedras sueltas cuando alguien está subiendo.

Al final de la rampa, hay un conducto, tipo meandro, bastante estrecho y en rampa empinada,  aunque es alto y se pasa bien, incluso con el petate a la espalda.

Esta estrechez da paso a una galería amplia. A partir de aquí, los espeleotemas abundan cada vez más, en mayor medida que en el tramo que hemos pasado.

Espeleotemas


Continuamos por esta gran galería hasta llegar a una barrera, que remontamos para llegar donde la galería se bloquea, dejando a la derecha una galería por la que no seguimos y buscamos una grieta a la izquierda estrecha, que se desciende y que después de varios metros comunica con otra gran galería.

Esta galería sale de forma perpendicular a la que traemos y al lado izquierdo podemos admirar una espléndida colada, con marcas de agua dibujadas en la caliza, que nos llama la atención por su belleza. Aprovechamos para hacer algunas fotos y seguimos por el lado derecho de esta galería, por la zona balizada.

Bonita colada


Se trata de la Galería del Volcán, aunque a unos veinte metros, a la izquierda de la salida de la estrechez, hay una cuerda montada que baja un pozo volado de entre ocho y diez metros y sigue por una rampa muy empinada, que lleva a un sector de la cueva que no se visitó la primera vez. Miguel y David fueron a echarle un vistazo cuando salíamos y recorrieron buena parte de ese ramal.

Como decía, siguiendo por la derecha, se llega a la Galería del Volcán. Se trata de una galería amplia, de suelo plano, cómoda y repleta de formaciones, una de ellas recuerda la forma de un volcán, por eso, los franceses, como exploradores de esta cueva, dieron ese nombre a esta galería. Sin duda, la zona más bonita que conocemos de esta cueva.

El Volcán


Si la seguimos, llegamos a un desfondamiento en la Galería de los Balcones, según la topo, esta zona explorada no continúa, con lo cual, nos dimos la vuelta.

De vuelta hacia la salida, David y Miguel, decidieron explorar la zona que comunica con la parte interna de esta cueva. Desde este tramo, es Miguel el que continúa el relato.

Como dice José Manuel, a unos veinte metros del principio de esta gran galería y antes de llegar a la formación del Volcán, entre unos bloques a la izquierda, encontramos montada una cuerda en un desfonde de unos 8 metros, que después de bajarlo continúa por una rampa inclinada y muy resbaladiza que comunica con una galería inferior que es la que lleva a la zona de la punta de exploración de esta cueva.

Una vez al final  de la rampa, a la izquierda, una sala con marmitas la dejamos sin bajar, para continuar por la derecha la galería, en principio inclinada, por donde avanzamos por la parte evidente, en esta zona la galería se estrecha un poco y aparecen unas bonitas formaciones que  amenizan nuestra exploración.

Al final de esta galería y descendiendo por un paso un poco estrecho a la galería inferior, continuamos en dirección contraria a la que venimos, por una galería no muy ancha, que nos obliga a ponernos tibios de barro, para seguir  por una colada lisa que ensancha a los pocos metros y nos lleva a la cabecera  de una bonita colada en rampa donde hay montada una cuerda en fijo, que descendemos en dos tramos hasta el fondo.

Esta galería, de grandes dimensiones, con el suelo liso y resbaladizo, nos ofrece unas formaciones bonitas y en el centro de la galería, curiosamente, hay  una formación parecida a la del Volcán.

Continuamos la dirección clara de esta galería y dejamos sin explorar otras alternativas laterales que pudiera haber, hasta que la galería cambia de estructura, según la topo “Cañón de Pedrito”, aumenta sus dimensiones y se hace caótica, llena de bloques, llegamos a una gran sala donde parece que se obstruye y remontamos por la izquierda hasta que nos obliga a hacer una escalada de unos 5 metros. Decido echar un vistazo y, apoyado por David, trepo con cuidado para no resbalar hasta llegar arriba, se  trata de una galería superior de suelo plano y no muy ancha que te permite ir de pie y disfrutar de las bonitas formaciones que vas encontrando a los lados. En varias zonas de esta galería, pasas por encima de varios agujeros que desfondan, después de continuar unos 50 metros y al encontrar zonas que hay que mirar para decidir por donde continuar, decido volver para atrás y no retrasar más nuestra salida.

Volvemos, contentos por lo explorado, hacia la salida sin demorarnos, lo que hace que consigamos juntarnos con nuestros compañeros José Manuel y Yolanda, que nos han estado esperando en la cabecera del P20, y con ellos nos volvimos hacia la salida de la cueva.

Ya estamos fuera




Después de pasar dentro unas ocho horas, y bajar con cuidado la senda hacia la furgo de David, ya sólo nos quedaba recuperarnos del esfuerzo realizado a base de birras y algo de la estupenda gastronomía de la zona.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

El Video Resumen de Miguel:

https://youtu.be/cFlVv5KouAM